viernes, 26 de febrero de 2016

El tiempo.


A veces, el tiempo nos pasa factura. Nos deja fríos, helados, tenemos la sensación de que juega con nosotros, nos da la sensación de que nos marca, de que nos hace ser quienes somos, pero realmente, el tiempo, no es el que nos juega con nosotros, no es el que nos marca malas pasadas, somos nosotros los que a veces, nos "incordiamos " a nosotros mismos, a veces somos nosotros, los que permitimos que veamos el pasado, el presente incluso el futuro como algo gris, como algo tan poco colorido, como algo que nos inunda por dentro, algo que nos aterra. el futuro a muchos nos aterra, pero, solo nosotros mismos conseguimos que nos aterren nuestros monstruos internos, solo nosotros mismos le damos ese poder, y ¿A quién miramos? Al tiempo, a los recuerdos, a nuestro alrededor al futuro, dejamos que el tiempo pase de nuestra mano, rozándonos tan levemente que no lo sentimos, no nos percatamos de su presencia, y nuestras huellas poco a poco se borran, como los pies que pisan la arena, y su huella es borrada por las olas del mar.
El tiempo, puede no puede marcarnos, el tiempo, no puede atormentarnos, pero lo que sí que puede hacer, es pasar, pasar tan fugaz y velozmente que ni lo vemos, los minutos, pasan tan libres, tan lejos y tan cerca a la vez de nosotros, que jamás somos capaces de aprovecharlos, y agarrarlos fuerte.
Pero debemos aprender a ser más fuertes que el tiempo, debemos aprender a vencerle, a no dejar que nos atormente, a mirarlo con la mirada firme, aunque sea tan solo un día nublado.
Porque el tiempo realmente, somos nosotros, es un invento del ser humano, no sabemos si realmente existe, así que agarremoslo tan fuerte, cómo seamos capaces.
Mª Del Mar Rodríguez López.

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